El índice de precios de los alimentos de la FAO experimenta el mayor aumento de los últimos meses
El índice de precios de los alimentos de la FAO experimenta el mayor aumento de los últimos meses.
Las variables meteorológicas y el aumento de la demanda, son dos de los factores que han empujado al alza el Índice de precios de los alimentos de la FAO,
que registró su mayor aumento desde mediados de 2012, llegando a un
promedio de 208,1 puntos en febrero de 2014. Este nivel supone 5,2
puntos -un 2,6 por ciento- por encima del índice ligeramente revisado de
enero, pero aun así se encuentra todavía un 2,1 por ciento por debajo
respecto a febrero de 2013.
Estos nuevos datos aparecen en
medio de noticias de subidas de los precios del trigo y del maíz en
respuesta a los recientes acontecimientos en Ucrania, pero el aumento
del índice en febrero no puede atribuirse a estos eventos. Las
condiciones cambiantes en Ucrania y Rusia -dos importantes exportadores
de cereales- influirán posiblemente en el valor del índice en el próximo
mes.
El Índice, basado en los precios de una canasta de
productos alimentarios objeto del comercio internacional, vio repuntes
de los precios en todos los grupos de productos básicos, con la
excepción de la carne, que se redujo ligeramente. Los aumentos más
fuertes respecto a enero se dieron en el azúcar (+6,2 por ciento) y
aceites (+4,9%), seguidos de los cereales (+3,6%) y productos lácteos
(+2,9%).
“El aumento de este mes sigue a un largo período de
descenso de precios alimentarios en general. Pero es demasiado pronto
para decir si se trata de una verdadera inversión de la tendencia",
señaló Concepción Calpe, economista superior de la FAO. "La meteorología
–añadió- es probablemente un vector importante que impulsa al alza los
precios de ciertos productos básicos, como el azúcar o el trigo, pero el
brusco aumento de la demanda es otro factor importante que apuntala los
precios del maíz, productos lácteos y aceites”.
El índice de la FAO para los precios de los cereales
tuvo un promedio de 195,8 puntos en febrero, 6,8 puntos por encima (un
3,6 por ciento), respecto al mes anterior. Este repunte de precios
refleja principalmente la preocupación por las cosechas de trigo en
Estados Unidos, una fuerte demanda de cereales secundarios para piensos y
biocombustibles y los altos precios del arroz japónica. Aun
así, los precios de los cereales siguen estando, en general, un 18,8 por
ciento por debajo de su nivel de febrero de 2013, en un contexto de
mayor abundancia de suministros respecto al año pasado.
Los aceites vegetales
tuvieron una media de 197,8 puntos en febrero, hasta 9,2 puntos (un 4,9
por ciento) por encima respecto a enero, en medio de la preocupación
por la meteorología desfavorable en el Sudeste asiático y Suramérica, y
una pujante demanda en todo el mundo, incluyendo la de aceite de palma
por parte de los productores de biodiesel.
Los productos lácteos tuvieron un promedio de 275,4 puntos en febrero, con una subida de 7,7 puntos, (un 2,9 por ciento), respecto a enero y la carne se situó en 182,6 puntos en febrero, tan sólo 0,5 puntos por debajo del nivel revisado registrado en enero.
Tras su caída durante los últimos tres meses, los precios del azúcar
se recuperaron a finales de febrero, impulsados por el temor a los
daños a los cultivos por la sequía en Brasil, y las previsiones
recientes que apuntan a una posible caída de la producción en la India.
El Índice de la FAO para los precios del azúcar promedió 235,4 puntos en
febrero, lo que supone un alza de 13,7 puntos, (un 6,2 por ciento),
respecto a enero.
Producción y consumo de cereales
Asimismo, la FAO ha publicado su Nota informativa sobre la oferta y la demanda de cereales,
señalando las perspectivas iniciales favorables para la producción de
trigo en 2014, a pesar de preverse una disminución. Con algunos cultivos
de trigo de invierno ya en desarrollo, el primer pronóstico de la FAO
para la producción mundial de trigo en 2014 se sitúa en 704 millones de
toneladas. Esto representa una caída de 1,7 por ciento respecto a la
cosecha récord de 2013, pero aún se trataría de la segunda mayor cosecha
de la historia.
Con la mayor parte de los cereales secundarios
y arroz todavía por plantar, es demasiado pronto para un pronóstico
preliminar de la producción mundial de cereales en 2014.
En
cuanto a 2013, la última estimación de la producción mundial de cereales
se sitúa en una cifra récord de 2 515 millones de toneladas (incluyendo
el arroz elaborado), 13 millones de toneladas más que el pronóstico de
febrero y un 9 por ciento más que el nivel del año anterior. El último
ajuste al alza se debe principalmente a una importante revisión de las
estimaciones para Australia, y en parte también a la revisión al alza de
los datos sobre trigo y cereales secundarios en China.
El
aumento previsto en la producción mundial de cereales en 2013 se ha
traducido ya en precios más asequibles, que a su vez están impulsando la
utilización y el comercio de cereales en 2013/14, y que ayudan a
reponer las reservas mundiales. Como resultado, el ratio entre
existencias y utilización de cereales se estima se aproxima al 24 por
ciento en 2014, su nivel más alto desde 2002/03.
Seguimiento del mercado de AMIS
El nuevo informe del “Market Monitor” (“Seguimiento del mercado”) del
Sistema de Información sobre Mercados Agrícolas. (AMIS, por sus siglas
en inglés), señala que "Mientras que el aumento de las tensiones
geopolíticas en la región del Mar Negro amplifica la incertidumbre en
los mercados, las cosechas récord en varios países productores
importantes aumentarán el suministro y darán lugar a existencias
mundiales mucho más altas en 2014 de maíz, trigo, arroz y soja". Las
perspectivas para la soja se mantienen favorables aun cuando las
condiciones en el Suramérica se deterioraron debido a las condiciones
meteorológicas adversas.
Perspectivas positivas
Las perspectivas preliminares para la producción de cereales en los
países de bajos ingresos con déficit de alimentos se presentan en
general favorables para 2014, según otra publicación de la FAO: Perspectivas de cosechas y situación alimentaria, del Sistema mundial de información y alerta de la FAO (SMIA).
Se espera igualmente que las perspectivas favorables supongan algunas
mejoras en diversos países afectados en África austral, tras las malas
cosechas anteriores. Los suministros de maíz se han visto reducidos y
los altos precios han dificultado el acceso a los alimentos, sobre todo
entre los grupos vulnerables.
Varios países siguen
enfrentándose a la inseguridad alimentaria en una situación de
emergencia. Entre ellos figura la República Árabe Siria, en la que se
calcula que 6,3 millones de personas están amenazadas por una grave
inseguridad alimentaria, Yemen, en donde el 45 por ciento de la
población sufre inseguridad alimentaria, Sudán del Sur, donde 3,7
millones de personas necesitan ayuda de emergencia, y la República
Centroafricana, donde la producción agrícola en 2013 se redujo
drásticamente a causa del conflicto civil y en donde se calcula que un
tercio de la población necesita ayuda alimentaria.
En África
Occidental, la situación general de la seguridad alimentaria se ha
mantenido estable tras una cosecha de cereales de 2013 por encima de la
media, pero se estima que más de 20 millones de personas necesitan ayuda
alimentaria debido a la inseguridad y la reducción de las cosechas en
algunas áreas del Sahel.
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