Descenso del trabajo infantil mediante la promoción del empleo rural digno
La promoción
del “empleo rural digno”, como su propio nombre indica, va más allá de
la creación de oportunidades de trabajo. Consiste en elevar la calidad
de los puestos de trabajo existentes o crear otros nuevos que doten de
medios a la población rural y le reporten un nivel de ingresos digno y
un entorno laboral seguro y saludable.
Un programa de la FAO de tres años de duración,
ejecutado en 2011 en Malawi y la República Unida de Tanzanía junto con
la Organización Internacional del Trabajo (OIT), opera en el ámbito de
las políticas para concienciar a los gobiernos de que el empleo rural
digno les reportará beneficios de importancia capital. A medida que las
personas mejoren sus medios de vida y perciban un futuro más seguro,
también contribuirán a mejorar la seguridad alimentaria y reducir la
pobreza y tendrán mayor capacidad y voluntad de ordenar los recursos
naturales de forma más sostenible. Las autoridadesresponsables se han
hecho eco de estas ideas. Los dos primeros años la FAO prestó apoyo
técnico a 36 políticas, estrategias y programas nacionales sobre temas
que iban del trabajo infantil en el país a su programa nacional de
creación de empleo para los jóvenes y de la política agrícola nacional
de la República Unida de Tanzanía a su programa de desarrollo del sector
pesquero.
La mayor parte de los pobres del mundo vive y trabaja en zonas ruralesLas
estadísticas de las zonas rurales de los países en desarrollo
subrayanla importancia de prestar especial atención al empleo rural
digno en el marco de todo intento de mitigar la pobreza y mejorar la
seguridad alimentaria. Conviene tener presente que en las zonas rurales
de los países en desarrollo habita un 75 % de la población pobre
mundial, que más de la mitad de esta población es menor de 25 años, que
el sustento del 86 % de la población de las zonas rurales depende de la
agricultura, que menos del 20 % tiene acceso a protección social y que,
en la mayoría de los casos, trabajan en la economía informal.
Los gobiernos no suelen ser conscientes de que el 60
% del trabajo infantil corresponde a la agricultura, principalmente en
forma de mano de obra familiar no remunerada, lo cual no está
debidamente contemplado en la legislación sobre el trabajo infantil. Los
reglamentos de protección de los trabajadores suelen centrarse en los
trabajadores de las industrias y fábricas, sin ofrecer la misma
protección a los trabajadores agrícolas. La concentración de la FAO en
el empleo rural digno ha concienciado a las autoridades responsables de
los efectos del trabajo infantil en el futuro de una nación, así como de
la importancia de ofrecer soluciones a los pequeños productores, que se
ven atrapados en un círculo vicioso de pobreza y trabajo infantil desde
el momento en que las familias sin recursos ponen a trabajar a sus
hijos en lugar de escolarizarlos. Los niños siguen sin adquirir
conocimientos técnicos, con lo cual carecen de capacidad de encontrar
trabajo, montar una explotación productiva o poner en marcha su propia
empresa. Al ser menor su capacidad de aportar sustento en la edad
adulta, ponen a trabajar a sus propios hijos para atender las
necesidades domésticas, con lo cual se perpetúa el círculo vicioso de la
pobreza.
El enfoque integrado por países de la FAOLa
FAO utiliza un enfoque integrado por países para promover el empleo
rural digno, es decir, congrega a los ministerios gubernamentales, como
el de agricultura y trabajo, pero también da cabida a federaciones y
sindicatos de agricultores. El objetivo es que todas estas partes
interesadas reconozcan la importancia del empleo rural digno y colaboren
en la creación de un entorno propicio a su plasmación. Con ello, la FAO
promueve la inversión en el niño en tanto base de la futura fuerza de
trabajo nacional.
En atención a los múltiples aspectos del empleo
rural digno, la FAO ha agrupado a diversos especialistas de toda la
Organización para atender las necesidades de las partes interesadas y
los asociados. En el marco del denominado equipo de la FAO en pro del
empleo rural digno, expertos en asuntos como el género, los derechos
laborales, el trabajo infantil y el empleo juvenil facilitan a Malawi y
la República Unida de Tanzanía asesoramiento técnico a fin de que lo
incorporen en sus marcos de política.
Con ayuda del equipo y en colaboración con el
Departamento de Pesca de la FAO, Malawi ha elaborado una nueva política
nacional pesquera y acuícola (2013-18) en la que se reconoce que el
desarrollo social y el trabajo digno son fundamentales para garantizar
medios de vida sostenibles en el sector pesquero. También se propugna la
reducción del número de niños trabajadores que se dedican a ocupaciones
peligrosas. El equipo prestó apoyo técnico al Gobierno para crear el
correspondiente plan de ejecución. En Malawi, a raíz de la colaboración
del equipo con la Alianza internacional de cooperación sobre el trabajo
infantil y la agricoltura se aprobó un intenso marco de acción que
supuso un destacado hito en la prestación de apoyo político del máximo
nivel a la adopción de medidas amplias de prevención y reducción del
trabajo infantil en la agricultura.
Datos clave
En
Malawi trabaja cerca del 37 % de la población del país cuya edad está
comprendida entre los 5 y los 17 años. La mayoría se ocupa de
actividades agropecuarias como la producción de cultivos, la pesca y la
ganadería. Gran parte de esta labor es peligrosa y supone un riesgo para
la salud y la seguridad de los niños, que a menudo trabajan muchas
horas a cambio de un salario ínfimo o nulo. El trabajo no solo afecta a
la salud de los niños, sino también a su futuro, al interferir en su
derecho a la educación. Muchos niños trabajadores no van a la escuela o,
si van, están demasiado cansados por el esfuerzo para poder asimilar
los conocimientos que les permitirían mejorar su vida. Malawi tiene
políticas en materia de trabajo infantil, pero se refieren más bien al
trabajo industrial y la agricultura comercial y no sirven para abordar
adecuadamente el problema del trabajo infantil en la agricultura de
subsistencia y la economía informal. Un programa de la FAO de promoción
del “empleo rural digno” en Malawi y su vecino del norte, la República
Unida de Tanzanía, contribuyó a crear conciencia sobre los efectos del
trabajo infantil en el desarrollo rural. Como resultado de esta labor y
otras actividades conexas llevadas a cabo por la FAO con asociados,
Malawi ha elaborado y aprobado un intenso marco de acción para prevenir y
reducir el trabajo infantil en la agricultura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario